Mi hermoso señor que bello fue haberte podido conocer. Gracias te doy por la vida que me diste, gracias por llevarme de tu mano, gracias por la salud, gracias por tus grandes bendiciones que me otorgas día a día . Quiero seguir conociendo de tu doctrina. Perdóname si algunas veces te he fallado pero siempre pienso que tu me estas viendo y me siento mal y después recapacito y trato de cambiar para así poderte agradar. Te pido mi amado señor que me digas llevando de tu mano y que no me sueltes yo estoy segura que ya me encuentro entre tu rebaño. Te pido que recibas a mí hijo a esta oveja perdida que requiere de un pastor . Todo esto te lo manifiesto en el NOMBRE DE NUESTRO AMADO SEÑOR JESUCRISTO. Amén.