Amado padre celestial, te agradezco por tu infinita bondad y amor para conmigo y mi familia. En verdad me siento afortunada de que te hayas fijado en mi. Tu sabes todo lo que hay en lo más profundo de mi ser, eres mi maestro, mi consejero, mi refugio y mi más grande amor. Mi vida solo encuentra motivo si tu estas conmigo. Gracias por escuchar mis oraciones. Fortalece mi fe cada día y guía mis pasos para poder hacer siempre tu voluntad. Te lo pido en el poderoso nombre de mi Señor Jesús. Amén