Señor: Todo en la vida tiene cambios espirituales y materiales y tenemos que aceptar que son reales, solamente que algunos por ser tan circunstanciales hacen desequilibrar nuestra emotividad, el trabajo, las familias, nuestros gustos y costumbres y tenemos que ir a este cambio. Sé Padre que de toda crisis presente el ser humano sale hundido o depurado. Ayúdame Padre bueno a sentir con tu presencia, a aceptar estos cambios; que con trabajo y lucha todos podamos conseguir que el mundo vuelva a vivirse la PAZ que en el Edén a nuestros padres les diste y a no dudar jamas que estos cambios provienen de ti para refinarnos y probarnos como si fuesemos joyas preciosas tuyas, en el divino nombre de tu hijo Jesucristo nos encomendamos, Amen.