Señor: Ayudanos a entender que las cosas que nos pasan siempre tienen algo bueno si lo aceptamos con calma. Padre mio tu me conoces y sabes de mis temores, mis grandes limitaciones y también de mis errores. Dame fuerzas hoy te pido para lograr estabilidad y poder atravesar este valle de lágrimas, que no agrande yo las cosas que las vea en su tamaño real. Ayúdame a tener presente aquello que Tú dijiste: ¿Qué temes..? ¿No estoy aquí y soy tu Padre? ¿No estas bajo mi regazo y corres por mi cuenta? Sintiéndome amparada bajo tu dulce y santa mirada recobraré hoy mis fuerzas, rechazaré todo mal y dardo por parte de satanas, el enemigo que nos acecha de noche y de dia y podré sentir asi que tengo estabilidad emocional y espiritual porque habitas en cada célula de mi cuerpo, estas como una huella impresa en nuestros corazones y corres como ríos de agua viva por todo nuestro ser como lo dice tu santa y fidedigna Palabra de amor. Amen.