No temas, tú no eres una "olvidada" de Dios, Él mira lo que haces, tus esfuerzos no pasan desapercibidos, Dios sabe lo que te está pasando. Dios te quiere abrazar y hacerte sentir amada y valiosa. Hoy te lanzo este desafío: ¡sigue luchando! ¡No te des por vencida!, tu fe no depende de cómo te sientas. Sonríe a pesar de todo, muéstrale a Dios una sonrisa llena de fe ¡Buenos días!