Señor Jesús te doy gracias por todo lo que me das. No merezco ni una de tus maravillosas obras en mi. Te he fallado, dude de mi fe y cuestione tu decisión. Padre perdóname porque sigo dudando de tus obras, porque pierdo mi paciencia y mi fe ante las adversidades de la vida. Perdóname por volverme arrogante y prepotente cuando soy obra de tus maravillas. Señor Jesús fortalece mi fe, que no dude más de ti, que mi fuerza sea alimentada por tu amor y que mi esperana nunca decaiga. Enseñame a aceptar tus decisiones y no a cuestionarlas, enseñame a seguir tu camino y a hacerte parte de mi vida cada momento. Gracias por todas las hermosas cosas que me has dado. Gracias Señor por tu amor.