Madre Santísima en tus manos pongo a mis hijos (Decir sus nombres),
protégelos,
líbralos de todo mal y peligro,
concédeles la salud y guíalos por buen camino.
En tus manos pongo todas sus necesidades para que las remedies, que tu como madre nuestra bien conoces.
Dios mío, te ofrezco a mis hijos;
Tu me los diste, ellos te pertenecen para siempre; yo los educo para Ti y te pido
que los conserves para tu gloria.
Señor, que el egoísmo, la ambición, la maldad no los desvíen del buen camino.
Que ellos tengan fuerza para actuar contra el mal y que el móvil de todos sus actos sea siempre y únicamente el bien.
.¡Hay tanta maldad en este mundo, Señor!
Tu sabes cómo somos débiles y como el mal muchas veces nos vence pero Tu estás con nosotros y yo pongo a mis hijos bajo tu protección.
Dales luz, fuerza y alegría en esta tierra, Señor, para que ellos vivan para Ti en esta tierra; y que en el cielo, todos juntos, podamos gozar de tu compañía para siempre.
Amén